Construye tu Plan de acción climático en ClimateOS

ClimateOS es un sistema formado por espacios de trabajo diferenciados, pero interconectados. Este artículo se centra en los tres primeros espacios que te ayudarán a elaborar tu plan de acción climático:

  • El Inventario de la ciudad
  • La Jerarquía de la transición, incluidos los elementos de transición
  • El Editor de medidas

Figura 1

El Inventario de la ciudad

La trayectoria comienza con el Inventario de la ciudad, en el que construyes tu inventario de emisiones de referencia y lo personalizas para tu municipio. Esta es la base de todos los modelos que irás elaborando en etapas posteriores en ClimateOS. El inventario está basado en una actividad. Esto significa que las emisiones se calculan en base a las actividades reales que se están llevando a cabo, es decir, a los kilómetros recorridos para mover personas desde el punto A al punto B o los metros cuadrados calentados con diferentes sistemas de calefacción. El cálculo se basa en la Cadena Causal del Carbono (CCC), por la que las emisiones emitidas por usar un mecanismo específico para llevar a cabo una actividad en la ciudad se calculan del siguiente modo:

Actividad x intensidad energética x factor de emisión (recurso) = emisiones

Se puede establecer una CCC para cada mecanismo por el que se desarrollen actividades en nuestros municipios.

Jerarquía de la transición

Una vez hayas adaptado el inventario a tu municipio, puedes empezar a elaborar la estructura de tu plan en la sección Jerarquía de la transición. Para la mayoría de las ciudades, esta estructura incluye los sectores de transporte, edificación, energía y residuos. Bajo cada sector, puedes añadir subsectores para que la estructura de tu plan sea más elaborada. El nivel más bajo de la estructura son los elementos de transición, que son los bloques que construyen tu transición al cero neto.

Elementos de transición

Los elementos de transición modelan el cambio de un mecanismo con altas emisiones de carbono a uno con bajas emisiones de carbono gracias, en pocas palabras, a comparar entre ellas diferentes CCC del inventario, según el cambio que estés planeando.

Por ejemplo:

Tenemos una suma de 100.000 km anuales recorridos por coches de gasolina y, con la ayuda del elemento de transición para los coches eléctricos, queremos modelar el ahorro de emisiones que conseguimos haciendo que sean coches eléctricos lo que recorran el 50 % de esos kilómetros. Para este ejemplo, los cálculos se realizarían del siguiente modo:

Figura 2

Por lo tanto, si pasamos de recorrer el 50 % de 100.000 km con gasolina a recorrerlos con coches eléctricos, conseguiríamos un ahorro efectivo de 11 t de Co2eq (23 t frente a 12 t).

Cada elemento de transición se basa en estos modelos matemáticos estrictos. Nos muestran el potencial tecnológico que cada cambio ofrece. Ahora, puedes escoger qué elementos de transición son pertinentes para tu municipio y crear tu trayectoria hacia conseguir cero emisiones netas de carbono.

Editor de medidas

Una vez que hayas construido tu trayectoria, puedes empezar a definir las medidas que te ayudarán durante tu transición a conseguir tus objetivos (por ejemplo, el 50 % de coches eléctricos para 2030). Las medidas pueden consistir en políticas, proyectos, estrategias, campañas, inversiones, etc. El objetivo de todas ellas debería provocar un cambio de comportamiento a gran escala.

Una vez que tengas tu conjunto de medidas, puedes conectar cada medida al elemento de transición al que apoyará. Cuando entonces te desplaces al cuadro de mando y hagas clic en un elemento de transición concreto, tendrás una visión general de cuántas medidas están conectadas a tu elemento de transición.

Figura 3

Evaluación del impacto de las medidas

A menudo recibimos preguntas en cuanto a porqué no calculamos los ahorros en emisiones sobre las medidas. La razón es muy sencilla: mientras que es bastante sencillo calcular los ahorros en emisiones para medidas técnicas, como los intercambios de calentadores de gas por bombas de calor, se vuelve más complicado e impreciso en medidas que incentivan ciertos comportamientos (por ejemplo, un billete para el transporte público con un coste reducido). Además, el efecto de una campaña de marketing para promover la cultura de la bicicleta es imposible de calcular (como máximo se pueden calcular rangos). Las medidas también pueden variar de ciudad a ciudad. Por ejemplo, para una carretera para ciclistas de 10 km que conecte los alrededores de la ciudad con la ciudad necesitamos saber cuánta gente vive y trabaja en esa zona. Es más, un conjunto de medidas también puede producir beneficios colaterales, los cuales son especialmente complicados de evaluar.

Por lo tanto, es por eso que utilizamos los anteriormente mencionados elementos de transición y base sólida en matemáticas y en las leyes de la física. Con ayuda de ambas, podemos confirmar lo que es técnicamente posible. Sin embargo, esto no significa que no debamos cuantificar y mostrar los ahorros en emisiones de las medidas clave que creemos que tienen un alto impacto y se puedan calcular con cierta seguridad. Podemos usar estos cálculos para ajustar y corregir los objetivos que hemos marcado para cada elemento de transición. Ese es el poder de un plan de acción climático dinámico, en el que se puede corregir y adaptar el curso de acción, con la ayuda de los indicadores principales, para ver directamente cómo esos cambios se trasladan a otros elementos de transición y sectores.