La trayectoria de emisiones es el último resultado de la fase de exploración de posibles vías del plan de acción climática vivo. Consiste simplemente en la suma estimada anual de las emisiones de la ciudad y en la velocidad a la que se reducen cada año hasta llegar al año objetivo. Las trayectorias tradicionales extrapolan la tendencia de avance a partir de los datos recientes y del inventario actual de la ciudad. También pueden generarse en combinación con el presupuesto de emisiones de carbono, que marca un límite en las emisiones acumuladas a lo largo de un período de tiempo.
La trayectoria de emisiones sirve para entender si la ciudad va en buen camino y qué se necesita para cumplir con el año objetivo y el presupuesto de emisiones o las emisiones acumuladas que utilices. Esta función es especialmente relevante para los objetivos con base científica.
Generalmente, es útil ir consultando las trayectorias de emisiones para comprender si se está bien encaminado para cumplir los objetivos de todos los elementos de transición.